México Colonial

México es un gran universo cultural y parte importante de este rico y diverso país es el México Colonial, que abarca una ruta de las más bellas ciudades de gran presencia colonial del centro de México, todas de gran valor histórico y, muchas de ellas declaradas Patrimonio de la Humanidad.

Proponemos visitar, además de la capital llamada DF (Distrito Federal), ciudades como Querétaro, San Miguel de Allende, Zacateas, Aguas Calientes, San Luis de Potosí, Guanajuato, Guadalajara, Morelia y Valladolid.

Hacemos una breve descripción de cada una ellas, para imaginarte visitando esta fantástica ruta… en tu recorrido por México, como complemento perfecto a las playas de la Costa del Caribe o Pacífico Mexicano!

Ciudad de México: Llamado DF, es la capital del país, grandiosa desde su fundación hace poco más de cinco siglos, sorprende a visitantes y, a sus propios habitantes. Enorme, arbolada y de gran riqueza cultural impactante, se trata de una urbe de contrastes, en la que cohabitan uno de los mejores climas del mundo y la densidad de población más alta del país. Explorar sus calles es atestiguar las diferentes etnias y tradiciones que han configurado a su población, las cuales se reflejan en las diferentes etapas de su arquitectura. En su centro histórico, en la plaza mayor, llamada Zócalo, está el Templo del dios Tlaloc. Descubierto hace pocas décadas, como la Catedral Colonial y el Palacio Presidencial.

El DF tiene Museos fantásticos,(más de 100) de los cuales destacan el Antropológico, el Rufino Tamayo entre otros. Grandes avenidas, autovías, centros comerciales enormes, zonas residenciales espectaculares y mucho más, son parte de esta gran ciudad con vida cultural y universitaria intensa.

La música es uno de los emblemas más importantes de México, conocida en el mundo entero por los famosos Mariachis con sus grandes sombrero cantan las rancheras en plazas y calles, pero en especial, en la famosa Plaza Garibaldi!

Querétaro: ciudad Virreinal de inigualable estilo colonial. Para conocerla a fondo hay que recorrerla a pie y perderse en sus calles, guiado por algunos letreros y mucho instinto. Templos de arte sacro, como Santa Rosa de Viterbo, edificios cien por ciento barrocos, como el Convento de Santa Clara, o históricos como la Casa de la Corregidora. El centro de Querétaro es limpio, tranquilo y amable como si se viviera en una tarde de verano constante; de la exaltación y la euforia de la Independencia mexicana y la Revolución queda una orgullosa memoria.

San Miguel de Allende: arte, buena gastronomía e historia conviven en una de las ciudades preferidas de México, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad en 2008. Fue importante por su intervención en la Independencia y por ser sede importante del barroco mexicano. Hoy lo es por sus restaurantes y mansiones coloniales convertidas en hoteles boutique. Aunque en el Parque Benito Juárez sea normal escuchar lenguas de todo el mundo, la ciudad conserva detalles como los lavaderos públicos, la Parroquia de San Miguel o la Casa de los Condes de la Canal que confirman su pasado glorioso.

Guanajuato: Sin exagerar, es posible decir que la ciudad de los túneles es un libro de historia abierto. Para leerla basta sentarse en una banca del Jardín de la Unión y ver pasar a la gente por sus calles con subidas y bajadas y balcones irregulares. Pero si realmente el viajero quiere adentrarse en la historia, son obligadas las visitas al Museo de Historia de la Alhóndiga de Granaditas, a la Universidad y al Teatro Juárez, además de recorrer las iglesias y algunas casonas que conservan el esplendor de los siglos XVI, XVII y XVIII, cuando la ciudad era la tercera productora de plata del mundo.

San Luis de Potosí: Su nombre viene de una combinación del nombre del rey francés Luis IX y de la ciudad boliviana, con la cual compartía su riqueza minera, especialmente en plata. Hoy, es una ciudad próspera y uno de los centros industriales más importantes del país. Tiene un magnífico centro histórico con edificios ricos por su pasado, plazas y museos. No hay que perderse una visita al Museo del Virreinato con su exhibición de arte sacro, al de la Máscara o uno más contemporáneo, como el Centro de las Artes Centenario.

Zacateas: Aunque parezcan irreconciliables, en Zacatecas el arte, las minas y la buena cocina se combinan muy bien. De la época colonial, queda intacto el esplendor de los monumentos,su catedral barroca o el Convento de Guadalupe, muchos de ellos se pueden ver desde el teleférico que atraviesa “La Ciudad Rosa” rodeada de desierto. Museos únicos en el país como los de Rafael y Pedro Coronel, restaurantes gourmet, edificios coloniales y un cielo sin cables la convierten en una ciudad sofisticada e imperdible a la vez.

Guadalajara: Conocida como “la Perla de Occidente”, cuna del tradicional tequila y los famosos mariachis. Visitaremos el Instituto Cultural Cabañas donde podrá admirar los maravillosos trazos de José Clemente Orozco en la Capilla Clementina, conocida como la Capilla Sixtina de América; la Catedral; el Palacio de Gobierno, el Teatro Degollado,la Plaza Tapatía y sus innumerables museos. No dejes pasar la oportunidad de visitar Ajijic, la famosa Rivera de Chapala y su laguna para disfrutar de un atardecer inolvidable. Está también Tlaquepaque el mayor centro artesanal del país y donde se puede disfrutar de un buen tequila o una “Chabela” mientras se escucha a los mariachis en el Parián.

Morelia: Fundada en 1541, alojó durante la Colonia a familias españolas de abolengo. Aún hoy conserva el esplendor virreinal, pero también es una ciudad dinámica, sede de uno de los festivales de cine más importantes de México. Al caer la tarde la catedral se ilumina, abren los bares, las calles se llenan de puestos de delicias locales y, en medio de un paseo nocturno, no es raro encontrarse a un trovador contando las leyendas de la ciudad.